Tres especialistas entregan consejos para volver a la rutina.

PARA LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS, MARZO ES SINÓNIMO DE ESTRÉS, CAOS Y VOLVER A LA RUTINA DE LEVANTARSE TEMPRANO, LLEVAR A LOS NIÑOS AL COLEGIO, REGRESAR A LA OFICINA Y ASÍ UN SINFÍN DE TAREAS MÁS QUE SE DEBEN CUMPLIR A DIARIO. ¿SE PUEDE EVITAR QUE SEA TAN CAÓTICO? ¿QUÉ ERRORES SE COMETEN? ¿CÓMO PREPARARSE?

Patricia Catalán, psicóloga de Clínica Talus, señala que “el error número uno que se comete es tener una actitud negativa, pensar que marzo es lo peor, lo que nos lleva a enfrentar la etapa o el momento como algo terrible, predisponiéndonos y activando el estrés. En tanto que el error número dos es dejar todo para última hora, entonces andamos corriendo, sin organizar nuestro tiempo ni planificar aquellos cambios y adaptaciones que necesitamos en este periodo”. Esto, en general, afecta a las personas generando un alto nivel de ansiedad y estrés que muchos no logran controlar, por lo que comienzan a tener pensamientos negativos, a estar de mal humor y muy irritables, e incluso pueden presentar síntomas de angustia, miedo y sentir que son poco productivos, lo cual no sólo afecta a la persona, sino también al entorno familiar y laboral.

Pero esto también sucede en el área de la nutrición y la actividad física. Para Isidora Vásquez, kinesióloga de Clínica Talus, “uno de los principales errores es que las personas no son conscientes del tiempo que estuvieron de vacaciones sin realizar sus actividades cotidianas y/o ejercicio físico. Por lo tanto, las personas activas físicamente mantienen la misma intensidad y cargas de las rutinas previas al período de vacaciones, lo que puede ser un riesgo de lesiones, sobre todo musculares. En tanto que las personas sedentarias toman el “inicio del año laboral” como una buena fecha para dar inicio al ejercicio físico, lo que también conlleva un aumento del riesgo de lesiones músculo-esqueléticas si no se asesoran con profesionales”.

La nutricionista, Bárbara Moreno, comenta que “es totalmente esperable que en las vacaciones se cometan excesos en la alimentación y que como consecuencia haya un aumento de grasa corporal. El problema es que esto suele llevar a las personas a querer ponerse a dieta rápidamente y hacer intentos desesperados y poco saludables para bajar esos kilitos que se ganaron en las vacaciones, generando más ansiedad y desórdenes alimentarios”.

Consejos para prevenir que marzo genere estrés y ansiedad

Las especialistas coinciden en que lo esencial es anticiparse y retomar los hábitos del sueño, alimentación, actividad física y ocio de manera gradual y paulatina sobre todo la primera semana.

Para prevenir lesiones como tendinopatías en rodilla, codos o manos, síndrome del túnel carpiano, dolores lumbares, así como también, trastornos de estrés, ansiedad y/o depresión, Isidora Vásquez, kinesióloga de Clínica Talus, aconseja “en una primera instancia, atenderse con profesionales relacionados con el deporte y/o profesionales de ergonomía. En segundo lugar, se recomienda en el caso de hacer ejercicio físico, realizarlo de forma gradual, con aumento de cargas y exigencias progresivas según cada persona y su respectivo caso.  Así como también es importante incorporar pausas activas durante la jornada laboral para prevenir y controlar los síntomas y lesiones musculoesqueléticas, contribuir a disminuir el riesgo cardiovascular, de padecer cáncer y/o diabetes. Lo recomendado es realizar pausas dependiendo del requerimiento laboral; en promedio, pueden ser desde 10 a 30 minutos”.

En cuanto a la alimentación, algunos consejos que pueden ayudar a enfrentar marzo y la vuelta a la rutina de mejor manera, y sin sacrificar la salud son: Organizar la compra del supermercado y/o la feria, es decir, ir con una lista de los alimentos que sabemos que serán consumidos durante la semana y el mes para no comprar demás y no desperdiciar alimentos ni tampoco dinero.

“Otra técnica que ayuda a organizarse es el batch cooking o “cocinar por lotes”. Ésta consiste en preparar grandes cantidades de comida de una vez para luego ir consumiendo esa comida a lo largo de la semana. Puedes preparar una a dos proteínas, uno a dos acompañamientos y algunas opciones de vegetales e ir consumiéndolos a lo largo de la semana. Congelar una parte y consumir primeramente la que esté refrigerada. Esta técnica es muy útil para las familias numerosas y con niños donde ambos padres trabajan fuera del hogar”, comenta Bárbara Moreno, nutricionista de Clínica Talus.

Quien además agrega que “otra técnica es  el meal prep, donde dejamos todas las comidas de, por ejemplo, almuerzo y cena de toda la semana envasadas de manera individual y listas para calentar. Ésta es una técnica ideal para quienes tienen muy poco tiempo de cocinar y quieren cumplir sus objetivos nutricionales”.

Por último para la psicóloga, Patricia Catalán es esencial “no ser tan autoexigente y poder ir gradualmente retomando los ritmos. Priorizar y no querer abarcar todo de una sola vez, ya que no somos superhéroes, somos seres humanos. También es importante mantener el buen humor y la buena actitud, hay que saber reírse de las cosas que a veces no nos resultan de manera tan perfecta. Y por supuesto, ayudarse en familia y en equipos de trabajo de manera solidaria y empática, unos con otros”.

Fuente: Contacto Salud

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